lunes, 18 de abril de 2016

Los errores de Volkswagen en las redes sociales

Uno de los fracasos más recientes en las redes sociales es el escándalo  de la compañía de automóviles alemana Volskwagen. Sus oscuras prácticas en el manejo de los sistemas para engañar a los controles anti-polución norteamericanos, durante la revisión oficial del vehículo, han sido tan torpes como sus maniobras para sortear la crisis reputacional que generó esta maniobra equivocada.

Volkswagen y el mal manejo de su crisis


Foto 1: Revisión en taller Volskwagen
Lo que empezó como un manejo localizado en los Estados Unidos y que afectaba inicialmente a un tipo específico de vehículos, fue extendiéndose a otros países y modelos. Al menos 11 millones de vehículos habían sido equipados con dispositivos para engañar a las ITV durante las pruebas de emisiones y no solo de los modelos Volskwagen, también en otros vehículos de alta gama del grupo.

Por eso, merece la pena analizar cómo ha actuado la compañía automovilística en sus redes sociales, para determinar su fracaso, ante la crisis provocada por sus apaños técnicos.

Es sabido que las primeras noticias sobre el escándalo Volskwagen salieron a la luz a mediados de septiembre en los Estados Unidos. Un grupo de trabajo de una universidad norteamericana, que realizaban un estudio sobre contaminación atmosférica de vehículos diésel, observaron que los datos que obtenían en carretera no tenían nada que ver con los que anunciaba oficialmente el fabricante en sus fichas técnicas, ni con los que daba en taller con el coche parado.

Con la polémica en la calle las cuentas Facebook y Twitter de la compañía en Estados Unidos pasaron a negro, no publicando nada que tuviera que ver con el escándalo durante casi 10 días, desde el 18 hasta el 27 de septiembre el silencio administrativo fue la respuesta. Y cuando comenzaron a hablar los responsables en público fue para  complicarlo aún más. Las palabras de Michael Horn, CEO de Wolkswagen USA, “la cagamos por completo”,  fue el remate a la “diarrea mental” en la que había entrado la compañía.
 

https://youtu.be/yUJKazmgzJ8

Foto 2: Volkswagen: el trucaje en las emisiones ha sido una cadena de errores – economy
Fuera de Estados Unidos parecía que no había pasado nada. Las cuentas globales de la empresa seguían promocionando sus marcas y modelos como si no hubiera una tremenda polémica en el mercado. Era la tormenta perfecta y los usuarios comenzaron a burlarse y a atacar a Volkswagen, al tiempo que los accionistas veían como sus acciones perdían por minutos una buena parte de su valor. Se habla de que solo en la bolsa de valores alemana perdieron unos 22 mil millones de dólares.

 
 

 Foto 3: Movimientos en cuentas de Twitter de Vollkswagen
La cuestión que nos viene a la mente es ¿Cómo actuar ante una crisis de esta magnitud? Que es mejor ¿hacerse el Don Tancredo y esperar a que la tormenta amaine?, o bien ¿hacer frente al escándalo y ofrecer una información digna y solvente  los clientes y al público en general?

Los memes y  los chistes por las redes y por whatsaap, fueron constantes y en aumento. Cada días más críticos, a medida que iban saliendo nuevas revelaciones y con el resultado de que sus acciones iban despeñándose día a día en la bolsa, perdiendo hasta un 34% de su valor.

 

Foto 4: Meme sobre Volkswagen
Está claro que la reacción de la compañía Volkswagen fue lenta y tardía. La falta de información sobre el futuro de los vehículos afectados y los diésel en general, preocupaba no solo a los propietarios, también a los de otras marcas con vehículos diésel que temían manejos similares de sus fabricantes.

La lección extraída de este secándolo al menos ha sido útil para que el resto de las compañías, y no solo las del sector del automóvil, sino para casi las empresas de consumo, es que hay que estar preparados para una crisis similar. Todas se han puesto ya o se pondrán en el futuro inmediato a elaborar planes de contingencia para hacer frente a  esos golpes.
https://twitter.com/VW_es


 
 
Foto 6: Muller: El Nuevo Presidente de Volkswagen
La pregunta es: ¿cómo rescatar la imagen de una empresa que se hunde ante un escándalo?, ya sea interno o externo. El consejo fácil es que, además de estar preparado, hay que salir rápido a dar la cara. Pedir disculpas, comprometerse a reparar los daños caudados y dejar claro nuestro propósito de enmienda de cara al futuro.

Autor: Ángel M. Franco

2 comentarios:

  1. Volkswagen no estaba preparada a nivel de medios sociales para una crisis reputacional de esa envergadura. De ahí que cometiera tantos errores de comunicación, uno detrás de otro, como bien ha explicado Ángel. Los desastres digitales se tardan mucho tiempo en reparar porque los usuarios tienen acceso a todos los mensajes erróneos que mandó o no mandó la compañía. Para este tipo de casos pienso que lo mejor es tener preparado un protocolo interno para poder subsanar los problemas a la mayor brevedad posible o al menos mitigar los daños.

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